La guerra en Ucrania ha acabado con la idea de que los enfrentamientos del futuro iban a ser rápidos, asimétricos y limpios. La batalla de Bajmut, que se ha empantanado en oleadas de ataques infructuosos contra posiciones enemigas, ha reeditado los escenarios bélicos de las dos guerras mundiales. Ante ello, países como Japón y Corea del Sur se han visto obligados a replantear sus estrategias de seguridad: suministro de armas, sistemas de reclutamiento, capacidad disuasiva y políticas de alianzas, entre otras.
La situación estratégica de ambos países en el Pacífico Norte los sitúa en la primera línea de contención del expansionismo de China en el mar del Sur de China y del programa nuclear y de misiles de Corea del Norte, dos fenómenos que están alterando el equilibrio de fuerzas existente en el Indo-Pacífico desde 1945. Hasta ahora, las heridas abiertas por el pasado colonial japonés en la península coreana…