En las últimas semanas dos de las grandes petroleras estadounidenses, Exxon y Chevron, han anunciado importantes operaciones corporativas. Ambas tienen una característica común: el regreso de la inversión hacia América. Chevron ha anunciado la compra de otra petrolera estadounidense de menor tamaño, Hess, por un acuerdo que asciende a 53.000 millones de dólares. Se trata de una operación relevante, ya que le da acceso a Chevron a uno de los mayores yacimientos de petróleo de América situado en Guyana, el país donde más está creciendo la extracción petrolera del mundo.
Unos días antes, su principal rival, Exxon, había anunciado la compra por 60.000 millones de dólares de Pioneer, una empresa especializada en fracking con una gran presencia en la Cuenca Pérmica de Estados Unidos, la mayor reserva de hidrocarburos del país. De esta forma, las dos grandes petroleras estadounidenses aprovechan la subida del precio de sus acciones para apuntalar sus…