La declaración por el gobierno argentino de una emergencia hídrica por 180 días en la cuenca del río Paraná –que abarca las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires– ante el descenso, el mayor de los últimos 77 años, del caudal de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú, refleja la gravedad de una de las muchas crisis medioambientales que se han abatido este año sobre distintos puntos del planeta. Las aguas del Paraná –que recorre casi 5.000 kilómetros desde su nacimiento en Brasil hasta su desembocadura en el Río de la Plata– están bajo mínimos desde hace casi dos años. Continuarán así al menos hasta diciembre, según las previsiones meteorológicas. El puerto de Corrientes sobre el Paraná, registró hace poco 0,29 metros. La última vez que alcanzó una cifra tan baja fue en 1944.
Desde 2019, los niveles de lluvias en la cuenca –de…