El predominio del hemisferio norte en el comercio mundial golpea con dureza las cuentas de resultados de los exportadores latinoamericanos, a quienes la pandemia ha multiplicado los cuellos de botella a los que se enfrentan en las cadenas de suministro globales. A las ya insuficientes rutas marítimas hacia América Latina se suman ahora menos espacios disponibles en los buques mercantes y cargueros, y retrasos en los puertos, lo que aumenta sus costes y pone en riesgo el cumplimiento de los contratos con sus clientes. Dado que la región solo supone el 4% del negocio naviero mundial, las rutas a la región son poco atractivas para empresas de transporte, que ahora tratan de recuperarse en mercados más rentables.
Desde septiembre, 30.000 toneladas de café verde orgánico –el 15% de las exportaciones cafeteras peruanas– esperan en los abarrotados almacenes de El Callao a ser embarcadas a distintos destinos. En el puerto de…