El interés por el H2V se extiende desde el sector privado a los gobiernos. Japón, Corea del Sur, Reino Unido, China, Estados Unidos y la UE han diseñado estrategias de transición energética en las que el hidrógeno es una pieza clave. La hidrólisis produce hidrógeno al dividir las moléculas de agua. Cuando las fuentes de energía eléctrica que se emplean para el proceso son renovables, el hidrógeno resultante no emite gases de carbono.
A escala global, hay en marcha proyectos de H2V por valor de 320.000 millones de dólares. El Hydrogen Council prevé que hacia 2050 se consumirán unos 600 millones de toneladas anuales, frente a las 100 millones actuales. Las políticas industriales de la administración de Joe Biden van dedicar cifras multimillonarias para subsidiar la fabricación de electrolizadores, cuyo mayor fabricante mundial es ho China.
Los subsidios, créditos e incentivos fiscales de la Inflation Reduction Act (IRA) y la Chips…