Las concesiones de Estados Unidos, tras un año de negociaciones secretas, podrían considerarse una recompensa por los acuerdos que alcanzaron en Barbados el 17 de octubre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición para realizar elecciones competitivas en 2024. Caracas se comprometió, entre otras cosas, a permitir que los partidos elijan a sus candidatos, la supervisión internacional de los comicios, auditorías al proceso y la actualización del registro electoral.
Pero solo es el primer paso de un largo –y tortuoso– proceso que algunos ven como una luz al final del túnel y otros como una trampa. En principio, a Washington le interesa recuperar la producción petrolera venezolana, al chavismo las inversiones extranjeras en el sector y a la oposición unas elecciones libres.
En los próximos seis meses, Venezuela va a poder exportar gas, petróleo y oro sin restricciones, con lo que podría duplicar sus ingresos en 2024, hasta los…