A solo dos meses de las primeras elecciones en 16 años sin Angela Merkel, una catástrofe natural ha situado el cambio climático en el epicentro de la política alemana. Igual que una pandemia parecía una amenaza remota antes de 2020, la catástrofe climática que ha afectado a Alemania –la peor parada, pero también a Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos– ha demostrado de la peor manera posible por qué el cambio climático es una amenaza de primer orden.
Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias han dejado en el oeste de Alemania al menos 163 muertos en los Estados de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado, los más afectados del país. Además, más de 700 personas han resultado heridas. Los daños económicos se calculan en miles de millones de euros.
La mayoría de partidos políticos ha señalado el cambio climático como el causante de la tragedia. “En principio, el calentamiento global desencadena…