‘Mejorar el estado del mundo: Repensar, Rediseñar, Reconstruir’. Ese es el lema bajo el que ha inciado hoy el Foro Económico Mundial de Davos, que en su XL edición reunirá a más de 2.500 representantes de empresas, gobiernos y académicos de 90 países, durante cinco días.
Hasta el próximo 31 de enero, día de clausura del encuentro internacional, en la estación alpina se abordarán cuestiones de tanto calado como el establecimiento de un marco regulatorio para la banca. Una discusión motivada por la voluntad del presidente norteamericano, Barack Obama, de meter en cintura al sistema financiero de Estados Unidos, impidiendo a los bancos que asuman demasiados riesgos.
Y hay tela de donde cortar: Durante la primera jornada del Foro, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha apoyado la iniciativa de Obama de imponer tributos y límites a los bancos, y ha defendido la moralización de la economía y la necesidad de refundar el actual sistema financiero. En cuanto a los líderes empresariales, han advertido de que tomar medidas excesivamente rígidas podría perjudicar la recuperación de la economía.
La crisis será, inevitablemente, el telón de fondo del encuentro mundial. La búsqueda de un escenario estable para la recuperación económica, un debate clave. ¿Qué papel juegan y deben jugar las ayudas públicas? ¿En qué términos? ¿En qué medida?
Haití protagonizará también las discusiones en Davos. Reunida, la comunidad internacional intentará atenuar la catástrofe provocada por el terrible terremoto que asoló al país más pobre de América Latina hace apenas dos semanas.
Entre los grandes ausentes al pistoletazo de salida del Foro se encuentra el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que ha sido hospitalizado debido a una crisis de hipertensión. Según la agencia de noticias EFE, Lula había anunciado ante el Foro Social Mundial, que en Davos echaría en cara a los países más ricos la crisis financiera y el ‘abandono’ de Haití: ‘Voy a Davos igual que en 2003, con orgullo de lo que tengo que decir y mostrar’ y ‘con la misión de decir que si el mundo desarrollado hubiese hecho la lección de casa en economía, no habríamos tenido crisis’, declaró Lula ante unos diez mil activistas del Foro Social, en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
El Foro Social Mundial nació hace diez años con el lema ‘Otro mundo es posible’, como contrapeso al Foro Económico Mundial de Davos.