APODO: “El hombre que quebró al Banco de Inglaterra”
FRASE: “Si tuviera que invertir, apostaría contra el euro” (frase de 2012).
CURRÍCULUM: La biografía de George Soros (Budapest, 1930) podría clasificarse en la categoría de “activista”. Activísimo inversor-especulador, prolífico escritor, comprometido filántropo. Todo ello al 100%. Hijo de una rica familia judía, salió de Hungría en 1947, huyendo de la persecución nazi. Se instaló en Londres, donde estudió Filosofía en la London School of Economics. En 1956 se trasladó a Nueva York y comenzó a trabajar como analista para una compañía financiera europea. Este fue el principio de una imparable y exitosa carrera como inversor, que se consolidó en en 1969 con la creación de Soros Fund Management, el fondo de riesgo de la familia que creció desde entonces y hasta 2011 una media anual del 20%. En la actualidad, Forbes sitúa a Soros en el puesto 16 entre las mayores fortunas del mundo, con una riqueza valorada en 24.500 millones de dólares. Junto a su faceta de inversor, Soros sitúa la de filántropo, iniciada en 1979 y ejercida hoy a través de Open Society Foundations (OPS). “Mi éxito en los mercados financieros me ha dado mayor grado de independencia que la mayoría de las personas, y esto permite que me posicione en asuntos controvertidos: de hecho me exige hacerlo porque otros no pueden”, afirma el Soros filántropo. Como intelectual, es colaborador regular de The New York Review of Books, analizando asuntos internacionales, sobre todo europeos. Su aparición más reciente en la influyente publicación saldrá en el número del 11 de febrero de 2016. Es una elarga entrevista que lleva por título “La UE está al borde del colapso”. Como siempre, las palabras de Soros deben leerse despacio, con atención tanto a lo que dice como a lo que calla.
MÉRITOS: Estos días los medios oficiales chinos, entre ellos el Diario del Pueblo y la agencia Xinhua, acusan a Soros de haber declarado la guerra al yuan para crear pánico y obtener beneficios. Aunque las operaciones del magnate inversor contra los tipos de cambio son de sobra conocidas, en esta ocasión fueron sus palabras a Bloomberg TV –“es casi inevitable que China sufra un aterrizaje brusco”– las que desataron, según Pekín, las presiones contra el yuan. Pese a la capacidad de aguante de Pekín –con unas reservas internacionales superiores a los tres billones de dólares–, es difícil no sentir temor ante las predicciones de Soros. El control ejercido desde el gobierno chino no ha servido para evitar la presión sobre el yuan en los últimos meses, especialmente en las últimas semanas. Las autoridades ya han gastado miles de millones de dólares defendiendo el valor de su divisa.
La magnitud de las operaciones a corto contra diversas monedas asiáticas en 1997 llevaron a la crisis financiera de 1998. Pero sin duda la gran “hazaña” de Soros fue la devaluación de la libra y su salida del Sistema Monetario Europeo en 1992. El inversor arriesgó toda su fortuna contra libra. El conocido como “miércoles negro”, el Banco de Inglaterra se vio ogligado a devaluar la moneda. Soros tuvo una ganancia neta de 1.000 millones de dólares ese día.
Parte de lo que obtiene en los mercados, gracias a los mecanismos que ellos mismos han creado, va a parar a la Open Society Foundations, cuyas operaciones han sido prohibidas en Rusia por el gobierno de Vladimir Putin. Con proyectos en más de 100 países, y un presupuesto anual de 835 millones de dólares en 2011, OPS promueve la democracia y los derechos humanos en todo el mundo, especialmente en los países del espacio exsoviético.
Soros es también un reconocido financiador del Partido Demócrata de Estados Unidos. En 2015 donó dos millones de dólares a Hillary Clinton.
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