“Soy aburrido”.
Católico, campechano, kanseño, demócrata, de origen irlandés, soldador convertido en abogado experto en derechos civiles… Tim Kaine encaja como un guante en el perfil del “americano medio”. Apela culturalmente a esa clase trabajadora estadounidense blanca y rural, que ve a Hillary Clinton como una esnob elitista. Un cuñado anclado en tópicos, pero nada abrasivo. Como él mismo admite, resultar aburrido es una especie de punto a su favor.
Sin embargo, en el debate entre vicepresidentes del 5 de octubre, donde se enfrentó a Mike Pence, candidato republicano, Kaine tuvo que jugar al ataque, mostrándose agresivo –e interrumpiendo constantemente a su rival– lo que no encaja con su perfil moderado. Parece que no le dio resultado frente a un Pence que evitó enfangarse defendiendo a su jefe y se mostró en todo momento calmado –a lo que ayudó su pasado como locutor de radio y televisión–, encontrando, por momentos, ese tono presidencialista que tanto se ha echado de menos en esta campaña.
Kaine, por su parte, puede presumir de un recorrido político considerable: es una de las 30 personas en la historia de Estados Unidos que ha ejercido como alcalde (de Richmond, entre 1998 y 2001), gobernador (del Estado de Virginia, entre 2006 y 2010) y senador (de 2013 hasta la actualidad). También fue el coordinador general del Partido Demócrata entre 2009 y 2011.
Tal vez el detalle más interesante en la vida política de Kaine sea su esfuerzo constante por reconciliar sus creencias personales con sus funciones como cargo electo. Contrario al aborto, considera que prohibirlo no compete a los poderes públicos. Su catolicismo también le lleva a oponerse a la pena de muerte, que sin embargo aplicó durante sus años como gobernador: de 11 reos en el corredor de la muerte, Kaine solo indultó a uno de ellos. El perfil de Kaine es, precisamente, el de un moderado que puede alcanzar acuerdos con sus supuestos enemigos ideológicos.
Kaine nunca ha perdido unas elecciones. Quizá por eso, Clinton, nominada demócrata, le eligió para el puesto de vicepresidente el 22 de julio. La otra razón podría ser el perfil moderado del exgobernador. Fiscalmente conservador, Kaine apoyó duras reformas laborales en su estado y se muestra a favor de la desregulación financiera, el fracking y el TPP. Jugar sobre seguro es una “decisión prototípica de Clinton”, quien, enfrentándose a un Donald Trump más estridente que el candidato republicano medio, está realizando una apuesta clara por capturar el centro político. Una decisión que no entusiasma al ala izquierda del Partido Demócrata, que en su momento esperaba un perfil claramente progresista, como Elizabeth Warren o incluso Bernie Sanders.
Un gran punto a favor del posible vicepresidente, especialmente importante para España (si Clinton gana las elecciones): Kaine, que pasó un año como misionero en Honduras, habla español excelentemente y es copresidente del Foro España-Estados Unidos. En una ocasión, realizó un discurso sobre la reforma migratoria en el Senado en español. Aunque la vicepresidencia sea un puesto con un valor más simbólico que real, una Casa Blanca con Kaine como número dos sería un activo considerable para la diplomacia española.
Además, toca la harmónica.
Datos de contacto
Twitter: @timkaine
Facebook: Tim Kaine
Web de campaña: https://www.hillaryclinton.com/about/tim/