Durante su primer año de mandato, la tasa de asesinatos en la capital bajó un 16%. GETTY

Alfombra Roja: Nayib Bukele

Alicia García Romero
 |  8 de diciembre de 2017

En 2015, año en que Nayib Bukele asume el cargo de alcalde de San Salvador, se cometieron 6.500 asesinatos en el país, la mayoría en la capital y debido, sobre todo, a luchas entre maras. San Salvador era una de las ciudades más violentas en el mundo y El Salvador un país aquejado de fuertes desigualdades estructurales. El estancamiento económico y la decadencia urbana alimentaban un crimen endémico. La tasa de homicidios del país era 17 veces mayor  a la media mundial.

Bukele llegaba con la experiencia de un mandato como edil de Nuevo Cuscatlán de la mano del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y un puñado de estrategias innovadoras para encarar los problemas que aquejan a la capital salvadoreña. Con la tesis de que la represión ataca a los síntomas y no a las causas, Bukele apostó por combatir la criminalidad con creatividad. Sus proyectos se han caracterizado por su énfasis en las infraestructuras y la transformación del espacio público, con la juventud en el centro del foco para tratar de evitar su migración masiva.

Durante su primer año de mandato, la tasa de asesinatos en la capital bajó un 16%. Su estrategia de desafiar a las maras no se apoya en la represión, sino en ganarse a la juventud para evitar que engrose las filas de la delincuencia. Para ello apoya actividades como el breakdance o el skate, estigmatizadas y vetadas de los espacios públicos salvadoreños.

Entre sus proyectos como alcalde de San Salvador, una amalgama de políticas urbanas innovadoras, destaca Una obra por día, ambicioso programa de construcción de infraestructuras. San Salvador 100% iluminado pretende mejorar el alumbrado, instalando lámparas a lo largo de toda la ciudad. San Salvador sin baches tiene como objetivo la mejora de las calles capitalinas. También ha procedido a la creación de la Secretaría de Cultura y la Secretaría de la Mujer. Ha puesto en funcionamiento Sívar, una app para tramitar denuncias ciudadanas y Un pulmón para Sívar como proyecto de reforestación de la capital.

También destaca la puesta en marcha de una Casa de Valores, espacio que busca concretar programas sociales en beneficio de los capitalinos, avanzando en la reconstrucción del tejido social. Además, en colaboración con la Liga de Fútbol Profesional de España (LFP), se ha suscitado el Convenio IMDER-LaLiga, por el cual miles de niños y jóvenes se beneficiaran de 40 escuelas de fútbol gratuitas.

En el marco de su impulso por la revitalización del centro histórico, propone la reorganización  de los comerciantes informales que pueblan las calles del centro en el Mercado de Cuscatlá, construido bajo estándares de seguridad, limpieza y orden. Sus críticos señalan, sin embargo, que este reordenamiento de la ciudad es en beneficio de los grandes negocios.

 

Conflictos de clase

Este joven líder proveniente de la clase acomodada salvadoreña, con un pasado en el mundo de los negocios, nació en San Salvador en 1981. Su origen empresarial ha sido motivo de recelos entre las filas del FMLN, partido de origen popular y revolucionario. En octubre fue expulsado del partido bajo la acusación de haber violado los principios del mismo. Bukele fue acusado de violencia verbal contra la síndica municipal del FMLN Xochilt Marchelli. También ha sido denunciado por calumnias por el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, tras las acusaciones del edil contra su persona durante una entrevista televisiva. Con una larga historia de desavenencias con su partido, materializadas en continuas críticas a los máximos dirigentes del FMLN, se defendió ante el Tribunal de Ética del FMLN para intentar evitar ser expulsado del partido. La resolución estableció que Bukele es culpable de agresiones verbales, división interna y calumnias.

A pesar de su expulsión, Bukele ejercerá su cargo hasta el fin del periodo, ya que no puede ser inhabilitado por ser un cargo por elección popular, presentándose como político independiente y anunciando el lanzamiento de su nuevo movimiento político llamado Nuevas Ideas.

Bukele definió el movimiento a través de Facebook Live como horizontal y dirigido a terminar con el bipartidismo y la partidocracia del país. Declaró que no cuenta con cúpula alguna y que estará conformado por grupos generados de manera natural en la sociedad con libre autonomía y poder de decisión. Un total de catorce emisarios, uno por departamento, ayudarán a los grupos a organizarse. La estrategia recuerda, salvando las distancias, a la de Emmanuel Macron en Francia. Pero si Nuevas Ideas está pensada como vehículo para que Bukele alcance la presidencia del país en 2019, deberá transformarse para cumplir la Ley de Partidos Políticos que contempla una estructura territorial, partidaria, una cúpula y militancia.

El edil también ha manifestado la libertad de los miembros para criticar el movimiento. Lo que choca con su continuada confrontación pública con ciertos medios de comunicación no afines a su persona. Sus tensas relaciones con la prensa por las acusaciones de difamación le han ganado enemigos entre los medios impresos más populares, como La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy. De ahí la preferencia de Bukele por las redes sociales para visibilizar sus proyectos.

De cara a las elecciones de 2019, ha declarado que no quiere descartar ninguna alianza con formaciones políticas. Las encuestas señalan a Bukele como un candidato muy presidenciable. La población salvadoreña manifiesta un cierto desencantamiento con los partidos dominantes y Bukele encarna la figura de un líder que se ha desmarcado de la política tradicional. Representa un relevo generacional que con sus políticas innovadoras está sabiéndose ganar a la fuerza productiva del país, la juventud.

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