APODO: “JZ”, “Msholozi”.
FRASE: “El ANC es más importante que la Constitución. La Constitución solo está ahí para regular asuntos”.
CURRÍCULO: Jacob Gedleyihlekisa Zuma (Suráfrica, 1942) es desde 2009 presidente de Suráfrica. A finales de 2007 ganaba las elecciones para la presidencia del Congreso Nacional Africano (ANC), partido hegemónico desde la caída del apartheid, en medio de un proceso judicial por corrupción, con el 60% de los votos. Antes había sido vicepresidente de la República, desde 1999 hasta 2005.
Polígamo (vive con sus tres mujeres oficiales, de las cinco que ha tenido) y tradicionalista zulú, nunca tuvo una educación formal. Implicado en el activismo sindical y político, estuvo en la misma cárcel que Nelson Mandela en los años sesenta por su lucha contra el apartheid. En 2006 se libró de volver, al ser declarado inocente de una acusación de violación.
MÉRITOS: El cuarto presidente negro de la democracia surafricana prometía reducir los déficits sociales y contener la recesión. El país forma parte de los BRICS, como economía emergente de primer orden, y es una de las grandes potencias de la región, junto con Nigeria y Kenia. Pero a día de hoy, su economía está estancada. Crece a un ritmo lento, vive una crisis energética que amenaza las inversiones y ha alcanzado la mayor tasa de desempleo en 11 años. Se acusa al gobierno de no esforzarse en mejorar la vida de los surafricanos y de despilfarrar los fondos públicos. El líder gasta 1,5 millones de dólares al mes en mantener a sus mujeres y a sus 20 hijos.
Zuma es también criticado en otros asuntos. Sus hábitos sexuales han perjudicado la campaña nacional contra el sida –enfermedad que afecta a 5,7 millones de surafricanos y de la que se calcula que mueren alrededor de 1.000 cada día– basada en promover el sexo seguro. Reconoce no utilizar protección en sus relaciones extramaritales, defiende la poligamia y habla de remedios caseros para prevenirlo, como tomar una aspirina o ducharse. También se le tacha de homófono y racista. Tras la oleada de violencia xenófoba que se ha extendido por el país contra inmigrantes africanos, JZ asegura en una carta abierta que “los surafricanos no son xenófobos”. Pero por la redes circula un vídeo en el que canta Kill de Boer, un llamamiento a la violencia contra la población blanca.
La presidencia está vinculada a escándalos y malas prácticas, como el clientelismo y la corrupción, que manchan no solo la imagen del gobierno, sino también la del partido. La prueba de fuego vendrá el año que viene en las elecciones locales, donde el ANC podría tener dificultades para conservar la mayoría en varias ciudades como Johannesburgo o Pretoria. La oposición principal, Alianza Democrática, acaba de elegir a su primer líder negro, Mmusi Maimane, lo que podría aumentar sus oportunidades en las urnas.
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