APODO: El presidente títere.
FRASE: “El resultado de hoy es fruto del amor del pueblo por ella. Es la victoria de mi hermana Aung San Suu Kyi”.
CURRÍCULO: Poco se sabe de Htin Kyaw, el nuevo presidente de Myanmar. Tiene 69 años y es hijo del poeta Min Thu Wun, algo que en un país donde el linaje cuenta puede ser importante en esta nueva etapa. Se tituló en Economía en la Universidad de Rangún, donde consiguió un puesto como profesor universitario en 1968. Más tarde viajaría a Londres para estudiar Ciencias de la Computación. Desde mediados de los años setenta trabajó en los ministerios de Industria y Asuntos Exteriores, hasta renunciar en 1992, dos años después de que la junta militar anulara los resultados electorales de 1990 y arrestara a Aung San Suu Kyi. Desde entonces, Kyaw ha sido la mano derecha de Suu Kyi, a quien conoció durante su infancia. Tiene un puesto directivo en la fundación caritativa fundada por Suu Kyi en honor a su madre, lo que le aporta gran respeto entre activistas y disidentes. Su relación con la premio Nobel de la Paz durante sus años de arresto domiciliario hizo que él mismo fuera encarcelado durante cuatro meses.
MÉRITOS: Kyaw es fiel a la Liga Nacional por la Independencia (NLD), pero lo es más a Suu Kyi. Tras una victoria abrumadora del partido en las elecciones generales de noviembre, con casi un 80% de los votos a su favor –exceptuando el 25% de los escaños del Parlamento destinado a los militares–, lo lógico sería que Suu Kyi sustituya a Thein Sein como presidente una vez acabe su mandato el próximo 30 de marzo. Sería así de no ser por el artículo 59(f) de la Constitución de 2008, redactada por la junta militar y con miras a evitar el liderazgo de Suu Kyi, ya que impide que sea presidente nadie cuyo cónyuge o hijos tengan pasaporte extranjero. Tras meses de diálogo con los militares, Suu Kyi anunció que no sería candidata a la presidencia y que su lugar sería ocupado por Kyaw. El 15 de marzo, el Parlamento aprobó su candidatura con 360 votos a favor sobre un total de 652. Los otros dos candidatos, Myint Swe, de la línea dura del ejército y Henry van Thio, elegido de forma simbólica como gesto hacia las etnias del país, serán segundo y tercer vicepresidente.
Sobre Kyaw, Thein Swe, parlamentario por el NLD y antiguo compañero de celda, ha dicho que “no está interesado en la gente con poder. Trata a todos por igual y respetuosamente”. Y el historiador y analista político birmano Thant Myint-U recalca su integridad.
U Htin Kyaw – just nominated by the NLD for president – is a stellar choice, well respected, unimpeachable integrity, and a very nice man.
— Thant Myint-U (@thantmyintu) 10 de marzo de 2016
Sin embargo, Suu Kyi, con fama de ser rígida e incapaz de delegar, ha dejado claro que estará en todo momento encima del presidente. Pocos dudan de que ella actuará como presidente en la sombra.
Los retos que se presentan ante Kyaw no son pocos. Aunque Shein haya allanado el camino desde que en 2011 se iniciara una transición abierta, la pobreza y los conflictos entre etnias siguen siendo los principales lastres en la sociedad birmana. El nuevo gobierno tendrá que mejorar los servicios sociales y las infraestructuras y renovar la burocracia. Poco a poco, Myanmar se ha ganado la atención de la sociedad internacional: Human Rigths Watch ha valorado la celebración de sus elecciones más democráticas y The Economist eligió en 2015 a Myanmar como país del año por sus avances. En una situación transitoria, con reformas que todavía deben asentarse y un ejército que se resiste a ceder todo el poder, una posible disputa entre la actual líder y el nuevo presidente podrían desactivar los éxitos de los últimos años.