Apodo: El gigante en la sombra.
Frase: “Juramos trabajar por la cohesión del ejército y para presentar nuestras disculpas a la nación y a la comunidad internacional.”
Currículum: De fecha de nacimiento desconocida (se sabe que aproximadamente en 1960), Diendéré tiene el dudoso honor de haber sido uno de los más fieles colaboradores del expresidente de Burkina Faso Blaise Compaoré, a lo largo de sus 27 años en el poder. Ha sido uno de los pilares fundamentales del régimen burkinabé, tanto en su surgimiento (hay sospechas fundadas sobre su participación directa en la muerte de Thomas Sankara, padre de la independencia) como en su mantenimiento. Fue comandante del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP) hasta que fue destituido tras el levantamiento popular que derrocó a Compaoré en 2014.
Méritos: Recientemente volvió a saltar a la palestra cuando miembros del RSP detuvieron al presidente interino Michael Kafando y al primer ministro Yacouba Isaac Zida, e instalaron a Gilbert Diendéré como nuevo jefe de la junta militar. El nombramiento no resultó sorprendente. Como mano derecha del anterior presidente y una de las personalidades más notorias del país, este militar que ha actuado en varias ocasiones como intermediario internacional era la elección lógica por parte de su antiguo cuerpo.
El motivo principal del golpe era la amenaza que pendía sobre esta guardia pretoriana burkinabé, que se enfrentaba a una posible disolución por ser notoriamente propensa a planificar golpes de Estado. Al más puro estilo de la Roma clásica, la conjura palaciega puso al frente a su antiguo líder caído en desgracia. Diendéré, además, tiene planta de figura mítica: Mide 1,95 y calza un 51 de pie. Siempre vestido con un uniforme impecable y una boina roja, se le reconocen grandes dotes como estratega. Así pues, reúne todas las características para liderar el país, según el RSP.
Sin embargo, el sueño dorado de Diendéré y sus partidarios no ha podido durar. Debido a la presión internacional y a la oposición interna de grandes sectores de la población, incluyendo al ejército (del cual el RSP sólo es una pequeña parte), Kafando y Zida fueron restituidos y el Consejo Nacional para la Democracia (la junta militar) se disolvió.
Ahora solo queda esperar y ver si se aplicará algún castigo a los golpistas o si se aplicará la amnistía negociada con los representantes de ECOWAS en Nigeria. Lo que está claro es que Diendéré no será César.