Alfombra Roja: Brahim Ghali

APODO: El combatiente.

FRASE: “O Logramos ciudadanos libres en un país independiente o mártires con el resto de mártires que han dado su vida”.

CURRÍCULO: Nacido en el Sahara español en 1949, Brahim Ghali ha sido uno de los máximos reivindicadores de la autodeterminación del pueblo saharahui y defensor de la República Árabe Saharahui Democrática (RASD). Ya en su juventud fue protagonista de la Intifada de Zemla (1970), primer levantamiento documentado del pueblo saharaui contra el colonialismo español, por lo que fue detenido y encarcelado durante un año. Ghali es conocido como miembro de la “vieja guardia” saharaui, al ser uno de los fundadores del Frente Polisario en 1973 y su primer secretario general, posición desde la que impulsó la lucha armada en la primera operación militar contra el colonialismo español en mayo de 1973.

El perfil de Ghali es doble: combina la experiencia militar con la diplomática. En su primera faceta, comandó el Ejército de Liberación del Pueblo Saharaui en 1974 y fue ministro de Defensa en la RASD durante dos periodos, de 1976 a 1989, cubriendo la guerra entre Marruecos y Mauritania, y de 1993 a 1998. Posteriormente fue nombrado ministro de los territorios ocupados (1998-99). En su faceta diplomática, destacan su participación en las negociaciones para la consecución de la soberanía del pueblo saharaui en 1975, tras la firma de los Acuerdos de Madrid, y su pertenencia a la delegación negociadora con Hassan II en 1989 y con Mohamed VI en 1996. Ghali fue delegado del Polisario en España de 1999 a 2008, y embajador de la RASD en Argelia entre 2008 y 2015.

En el XIV congreso del Frente Polisario, en diciembre de 2015, el entonces secretario general, Mohamed Abdelaziz, designó a Ghali jefe de la secretaría política de la organización. Tras la muerte de Abdelaziz el 31 de mayo pasado, Ghali tenía todas las opciones de sucederle. El 8 de julio, el XV congreso extraordinario del Polisario eligió finalmente a Ghali nuevo líder y presidente de la RASD.

MÉRITOS: A nadie ha extrañado que Brahim Ghali fuese el candidato oficial del Polisario y que resultase elegido por la práctica totalidad de los votos (93,19%) en el reciente congreso. Uno de los requisitos fijados por la organización –contar con experiencia militar– estaba sobradamente demostrado por el nuevo secretario general. Ghali tiene a su favor, además, ser una figura con una notable proyección internacional. El 26 de julio tendrá que afrontar su primer reto: defender ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la renovación de la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental) incluya en su mandato una fecha para la realización del referéndum de autodeterminación. Lo importante no será tanto conseguirlo –nadie cuenta con ello– sino la manera en que Ghali lo presente.

Su elección ha sucedido en un momento en que el debate entre la población saharaui está dividido que nunca entre los partidarios de las armas y los de la paz. Quienes lo conocen y lo apoyan, valoran que Ghali siga las líneas del anterior líder, centrándose en la “reconstrucción de las fuerzas armadas”. Sin embargo, algunos creen que su trayectoria militar le lleve a una actitud menos paciente y a ser “menos moderado” en las negociaciones con Marruecos. De hecho, su carácter duro le ha granjeado el apoyo de la juventud. Alfombra roja para el nuevo presidente de la RASD, “el combatiente».