¿Cuáles son los retos pendientes y principales amenazas del movimiento LGTBI en la actualidad?
En la madrugada del 28 de junio de 1969, el pub neoyorkino Stonewall Inn, un local frecuentado por travestis, transexuales y transgénero, vivió una dura redada policial que derivó en manifestaciones espontáneas y violentas contra un sistema que perseguía a los homosexuales. Aquí nace para muchos el germen de las actuales marchas del orgullo gay que se celebran en todo el mundo. A un día del 50 aniversario de aquellos disturbios de Stonewall, existen todavía muchos países donde la homosexualidad está perseguida y condenada. Preguntamos a un grupo de expertos cuáles son los retos pendientes y principales amenazas del movimiento LGTBI en la actualidad.
Carla Antonelli | Diputada en la Comunidad de Madrid por el PSOE. Responsable de familias, menores y temas LGTBI en la Comisión de Políticas Sociales y Familia. @CarlaAntonelli
Los retos pendientes del colectivo LGTBI en España en el ámbito estatal son la Ley de Igualdad LGTBI y la Reforma de la Ley 3/2007 de cambio de nombre y sexo de las personas trans, para despatologizarla, inclusión de menores, tarjetas de residencia personas trans extranjeras y no binarios, así como el cumplimiento de las leyes autonómicas que el Partido Popular se ha negado a reglamentar y cumplir y que están en vigor desde hace tres años. En el ámbito internacional principalmente la derogación de leyes en más de 70 países del mundo donde aún se persigue a las personas LGTBI con penas de cárcel o la propia condena a muerte, así como la promulgación de leyes que reconozcan el matrimonio igualitario y los derechos de las personas transexuales.
La principal amenaza a la que se enfrenta el colectivo en la actualidad es el auge de la extrema derecha, que pretende derogar los derechos adquiridos e impulsar nuevas persecuciones hacia la comunidad LGTBI, ya sea en España como en el resto del mundo. Paradójicamente en los países donde está situación es más grave, es donde más se están uniendo las personas LGTBI frente a la amenaza y auge real de estos partidos. Este año celebramos el 50 Aniversario de los disturbios de Stonewall en Nueva York, algo que repetiremos una y 10.000 veces porque no hemos llegado hasta aquí para renunciar a un solo derecho. Es la historia de una lucha épica que se ha llevado demasiadas vidas por el camino, por crímenes de odio, desarraigos familiares y las altísimas tasas de suicidios de adolescentes LGTBI. Nos han encontrado de frente desde Stonewall 1969, Barcelona 1977 y Madrid 1978. Desde allí hasta aquí, donde salimos a las calles contra las leyes que nos perseguían y encarcelaban.
Mané Fernández | Vicepresidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales. @FELGTB
Una de las principales necesidades que tiene en la actualidad el colectivo LGTBI es la aprobación de la Ley de Igualdad LGTBI, que debe completarse en esta legislatura. Vinculado a esto, para avanzar en los derechos del colectivo, es imprescindible el reconocimiento del derecho de autodeterminación de las personas trans y la no necesidad de un diagnóstico médico, con la característica de diagnóstico psiquiátrico de disforia de género, para el reconocimiento de la identidad y poder hacer el cambio registral en el DNI de todas las personas, mayores y menores de edad, españolas e inmigrantes. Igualmente es una demanda clave el reconocimiento de la realidad no binaria de las personas trans dentro de la documentación, es decir, la posibilidad de que puedan realizar un cambio sin tener que decidir entre ser hombres o mujeres, porque esa decisión en ellos no corresponde.
Resulta también fundamental y el reconocimiento de los menores trans y un sistema educativo que los proteja para hacer desaparecer el bullying que están sufriendo en el entorno educativo, un espacio que debería ser de seguridad para ellos y en el que pudieran desarrollarse igual que sus compañeros y amigos, con la libertad que les tiene que dar el derecho a la autodeterminación y el derecho al reconocimiento de su realidad.
Jaime Iglesias | Jefe de la Unidad Prevención y Evaluación en la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID y miembro de ExteriorEsDiverso. @ExterioresLGTBI
Estamos en un momento crucial en la lucha global del movimiento LGTBI. Por una parte, se sigue ampliando poco a poco el número de países que despenalizan las relaciones LGTBI o reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo; por otra, están surgiendo, tanto en los países occidentales como en el sur global, movimientos sociales y políticos que plantean una marcha atrás en el reconocimiento de libertades a las personas LGTBI. 70 Estados continúan criminalizando las relaciones entre personas del mismo sexo; en seis Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se impone a día de hoy la pena de muerte por actos sexuales entre personas del mismo sexo.
La ciudadanía española encabeza, a nivel mundial, los índices de tolerancia y aceptación hacia las personas LGTBI. Si bien es cierto que esos avances a nivel legal y de ciudadanía se han extrapolado en cierta medida a nuestra política exterior, es hoy en día más necesario que nunca que la Unión Europea, con España a la cabeza, lidere activamente la defensa de los derechos LGTBI en el mundo, tanto en los foros multilaterales como en las relaciones bilaterales.
En este marco, en las últimas semanas se ha constituido la plataforma ExteriorEsDiverso, que engloba a empleados públicos LGTBI del servicio exterior español, así como sus parejas y familias. El objetivo es promover el debido acompañamiento en los derechos básicos de estos funcionarios y sus familias en el exterior, así como trabajar para que los derechos LGTBI formen parte activa de la política española de derechos humanos y de nuestra política exterior y de cooperación.
Queda mucho por hacer.
Eduardo Rubiño | Diputado en la Comunidad de Madrid por Más Madrid. @EduardoFRub
La situación que viven las personas LGTBI a nivel internacional es tremendamente desigual. En algunos lugares se han experimentado importantísimos avances en las últimas décadas, mientras que en otros se mantienen situaciones críticas, con leyes que siguen penalizando la homosexualidad e incluso manteniendo la pena de muerte para personas LGTBI. En países como Brasil hemos contemplado cómo el auge de la extrema derecha y su eventual llegada al poder ha supuesto un serio retroceso para los derechos LGTBI.
España es, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el país que en este momento encabeza las peticiones de asilo para personas que huyen de la LGTBIfobia en sus países de origen. Urge tomar conciencia de que, más allá de la buena situación relativa que disfrutamos en algunos lugares, debemos dar una respuesta a la situación extremadamente grave que se sufre en gran parte del mundo.
50 años después de la revuelta de Stonewall, que marcó un antes y un después en la lucha por nuestros derechos, la comunidad LGTBI debe dotarse de una agenda internacional común que nos permita empujar conjuntamente más allá de las fronteras particulares. Del mismo hay que reclamar especialmente la despenalización definitiva de la homosexualidad en todo el mundo, la despatologización de la transexualidad –que no puede seguir considerándose una “incongruencia de género”, tal y como ha pasado a denominarlo la Organización Mundial de la Salud (OMS)– y la equiparación total de derechos. Solo un movimiento internacional podrá permitirnos dar un salto hacia adelante para las personas LGTBI y evitar las nuevas amenazas que crecen de la mano de nuevos movimientos de extrema derecha o de fenómenos extremistas.
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