Desde la llegada de la primavera árabe se han multiplicado en el norte de África y Oriente Próximo las convocatorias electorales, tan frecuentes en algunos casos que han causado cierto hartazgo entre la ciudadanía. En los últimos meses, además, las elecciones han devuelto un aire de déjà-vu inquietante: de nuevo los resultados parecían estar asegurados de antemano, la competitividad estaba en entredicho, la participación iba a la baja y las campañas electorales parecían, en suma, una pantomima. Argelia, Egipto o Siria han protagonizado unos procesos electorales que más parecían un mecanismo de adhesión popular a los líderes o de búsqueda desesperada de estabilidad, que un hito en el proceso democrático.
Como sucedía antaño, antes de la llegada de la primavera. Cuando los regímenes autoritarios árabes se esforzaban en organizar grandes citas electorales en las que el instrumento del voto era habitualmente manipulado, mediante la organización de plebiscitos, cooptando candidatos, o bien transgrediendo los mecanismos democráticos más elementales en nombre de la seguridad, el interés ciudadano o, incluso, en nombre de la libertad que en realidad se estaba burlando.
#Afkar42 analiza los últimos comicios celebrados en la región árabe –Egipto, Argelia, Irak–, donde ha ganado la estabilidad. Y en paralelo a este decaimiento de una de las herramientas de la democracia, el último número de Afkar/Ideas estudia la emergencia de un elemento fundamental: la sociedad civil. Con la primavera árabe se ha consolidado el surgimiento del “poder ciudadano” fenómeno esencial para modificar las tendencias políticas y sociales que prevalecen en estos países, aunque no suficiente. Hoy, las organizaciones sociales tienen ante sí muchos obstáculos, deben adaptarse a una vida política normalizada después de largos períodos de dictadura y resolver diferentes dicotomías, como la fractura entre islamistas y laicos.
En el plano económico, el número de verano de Afkar/Ideas repasa los retos de la vecindad europea en materia de comercio e inversión. En los últimos tiempos, las transacciones internacionales entre la Unión Europea y los países del Sur del Mediterráneo han aumentado, influidas por la proximidad geográfica, cultural y sectorial. Estas transacciones entre empresas aprovechan las complementariedades interregionales y representan un importante factor de intercambio de conocimientos.
Y en el plano cultural, #Afkar42 conmemora el centenario del comienzo de la Primera Guerra mundial, “el acontecimiento político más importante de la historia del Oriente Próximo moderno”, en palabras de James Gelvin, con un análisis del impacto del conflicto en la región. La Gran Guerra modeló las sociedades y las políticas de Oriente Próximo durante muchos años y entender los cambios políticos, económicos y demográficos desencadenados por ella es crucial para poder interpretar la historia de la región.