Maurice Allais, el primer y único francés en recibir el premio Nobel de Economía, otorgado en 1988, murió el 9 de octubre de 2010 a los 99 años de edad. Situado en la línea intelectual de los grandes economistas liberales, es autor, entre otras muchas obras, de “Abondance et misère” (1946) y “Economie et intérêt” (1947). Su colaboración con Política Exterior se circunscribe a dos artículos escritos el primero en el número 14 de la revista (invierno de 1990), y el segundo, en el número 28 (verano de 1992).
La temática de los artículos giraba en torno a Europa. El primero de ellos se ocupaba de las perspectivas de los países de Europa del Este una vez que el telón de acero se había desplomado. Según Allais, la transformación de las sociedades del este europeo a la democracia de mercado era irreversible, pero no por ello menos plagada de incertidumbres. A pesar de estos riesgos, no había que detener ni frenar siquiera la construcción europea, afirmaba Allais, europeísta de cabeza y también de corazón.
El segundo de los artículos se ocupaba del tratado de Maastricht, en donde expresaba sus reservas sobre el mismo. Destacable era su alusión al déficit democrático de dicho tratado, que marginaba al Parlamento europeo a favor de la Comisión. Asimismo, Allais criticaba la consecución de una unión monetaria sin una unión política que la precediese. La reciente crisis del euro parece una vindicación de aquellos temores primigenios.
Economista y físico, obtuvo el Premio Nobel de Economía de 1988 por sus contribuciones pioneras a la teoría de mercados y a la utilización eficiente de los recursos. Allais desarrolló matemáticamente los trabajos sobre el equilibrio y la eficiencia de los mercados de Vilfredo Pareto y Léon Walras. Su nombre está asociado a la paradoja de Allais, un problema de teoría de la decisión de 1953 que contradice la teoría de la utilidad esperada.
Para más información:
Maurice Allais, «La incertidumbre de los acontecimientos del Este». Política Exterior núm. 14, invierno de 1990.
Maurice Allais, «Mis reservas al tratado de Maastricht». Política Exterior núm. 28, verano de 1992.