Mercosur se ha consolidado como el proyecto más creíble de integración económica en América Latina, estableciendo una unión aduanera. Los acuerdos para crear una zona de libre cambio con Chile y la Comunidad Andina confirman la flexibilidad de un proceso de integración que inaugura una segunda velocidad. La creación de comercio intrazona y con terceros ha constituido la norma. La necesidad de completar un mercado común se impone para evitar la ralentización del proceso integrador en épocas de crisis económica.