BBVA y el Santander apuntan a Asia.
El BBVA y el Santander parecen decididos a corregir su bajo perfil en los mercados bancarios asiáticos, uno de los mayores del mundo. Pero lo están haciendo con estrategias distintas. Mientras el BBVA se decantó ya hace tres años por entrar directamente en la séptima entidad de China, el Citic Bank, el Santander apuesta por el crecimiento orgánico, a través de la expansión de su propia red de oficinas.
El BBVA está dispuesto a convertir el Citic en su instrumento para posicionarse en China y Asia. En 2006 adquirió el 5% del capital de esa entidad y dos años después amplió su paquete al 10%. Ahora acaba de anunciar que comprará otro 5%, lo que le costará unos 1.100 millones de euros. El banco ha adquirido a la vez acciones del holding CIFH, filial del Citic con sede Hong Kong, y en el que ya posee el 30%. En total, el BBVA ha invertido en el conjunto del Citic 3.000 millones de euros.
La alianza entre los dos bancos le está resultando muy beneficiosa al BBVA, al hacerse con espacios de actividad bancaria propia en el seno de la entidad asiática. En mayo, los dos grupos acordaron desarrollar conjuntamente negocios de banca privada y de financiación de coches.
Por su parte, el Santander ha decidido concentrarse en banca mayorista y en la financiación de inversiones y comercio intra-asiático. El banco cuenta con oficinas en algunas de las principales ciudades de Asia, un centro de negocios en Hong Kong y acaba de abrir una última delegación en Seúl.
Los dos grandes bancos españoles coinciden, sin embargo, en dos nichos comerciales muy concretos: el apoyo y financiación de las empresas españolas en Asia y la triangulación de operaciones de inversión y comercio con Latinoamérica. El BBVA envió recientemente a su economista-jefe para Asia, Ya-Lan Liu, a la tercera cumbre China-América Latina celebrada en Bogotá.
También el Santander trabaja de lleno en las relaciones comerciales y de inversión entre las dos regiones, sobre todo desde Brasil, su gran mercado. Sus bancos locales venden a sus clientes los servicios de sus oficinas en Hong Kong, Pekín y Tokio. Esas operaciones bancarias españolas son mucho más importantes que las comerciales: la cuota de mercado española en las importaciones chinas no pasa aún del 0,48% (2008).
Pero Asia es un terreno muy competitivo y difícil para la banca española, como lo demostró el cierre de la división de banca de inversión del Santander en la región en los años noventa.
Alfredo Saenz, consejero delegado del banco, dijo en octubre que “un gran salto de España a China, Tailandia, Hong Kong o Singapur es como un triple salto mortal sin red de seguridad”.
Más información en:
Enrique Buatas, Diálogo entre la Unión Europea y Asia, ECONOMÍA EXTERIOR. Núm. 15. 2000/01
Plan Asia-Pacífico, Lejanía, desconocimiento y fuerte competencia, ECONOMÍA EXTERIOR. Núm. 15. 2000/01
Irina Aervitz, El contexto de la inversión en China y Rusia, ECONOMÍA EXTERIOR. Núm. 46. Otoño 2008