La globalización enfatiza el carácter estratégico que adquieren las afinidades culturales e idiomáticas. Se trata de una ventaja comparativa para construir un mercado natural y afrontar los retos de una economía mundial sin fronteras. España busca una ampliación de su mercado para hacer frente al nuevo orden mundial mediante el reencuentro con América Latina. La forja de una sólida comunidad iberoamericana, como bloque económico y geopolítico, es un desafío ante el siglo XXI.