Algo más importante que la elección del nuevo presidente ha ocurrido el 12 de junio en Irán. El mundo sabe que Ahmadineyad presidirá de nuevo la República Islámica pero también que existe un movimiento reformista dispuesto a mostrar su frustración y pedir abiertamente el cambio. Las masivas protestas en Teherán de los que votaron al reformista Mir Hosein Musavi, ante un resultado que consideran fraudulento, y la respuesta represiva del régimen (con varios muertos) son las dos caras de un país dividido. La sociedad iraní más joven y dinámica, los profesionales liberales de las ciudades y las mujeres se han puesto al frente de lo que algunos denominan la «revolución verde». Al otro lado está la jerarquía clerical alrededor del ayatolá Ali Jamenei, la élite política y militar y los sectores rurales y urbanos pobres. Para Le Monde la victoria de Ahmadineyad (con el 63% de los votos) y la represión a las protestas podrían ser el inicio de «la tercera revolución» (la primera sería la expulsión de sah en 1979 y la segunda la toma de rehenes en la embajada de Estados Unidos). En el 30º aniversario de la creación de la República Islámica, es la primera vez que el resultado de unas elecciones provoca una protesta ciudadana como la que se vive estos días en Teherán.
«Las elecciones en Irán tienen una combinación exclusiva: no son libres, no son justas, pero son impredecibles», afirma el investigador del Carnegie Endowment Karim Sadjadpour, quien además aconseja a la administración de Barack Obama no pronunciarse sobre el resultado electoral hasta que la situación interna se haya aclarado. Con una participación del 85% y un 45% de los electores menores de 30 años, la victoria de Ahmadineyad ha levantado sospechas de fraude dentro y fuera de Irán. Musavi –con el 33,7% de los votos– ya ha pedido la anulación de las elecciones al Consejo de Guardianes.
Irán, uno de los países del mundo con mayor penetración y activismo en Internet, ha sufrido cortes en sus comunicaciones a través de la red y de mensajes móviles SMS los días previos y posteriores a las elecciones, en un intento de las autoridades iraníes por controlar el poder de convocatoria y organizativo de los jóvenes. El 70% de la población iraní tiene menos de 30 años; su voz y su descontento han llegado a todos los rincones del planeta. Frente a esto nada puede hacer el tándem Jamenei-Ahmadineyad. ¿Cómo serán a partir de ahora las relaciones de Irán con Estados Unidos y Europa? Como señala Financial Times en su editorial, «EE UU y sus aliados deberían recordar que es el compromiso más que la confrontación lo que enerva a los mulás».
Para más información:
Ángeles Espinosa, «Un país con dos almas» (pdf), Política Exterior núm. 127 (enero/febrero, 2009).
Karim Sadjadpour, «Treinta años después, ¿cómo acercarse a Irán» (pdf), Política Exterior núm. 127 (enero/febrero, 2009).
Luciano Zaccara, «Irán: la incógnita de las elecciones presidenciales» (pdf), Afkar/Ideas núm. 21. Primavera, 2009.
Soy egresado de la UNAM en la licenciatura en Relaciones Internacionales y los felicito por estas grandiosas aportaciones. Me encantaria tener acceso a la totalidad de los analisis. Es la manera en que me puedo mantener al día de los acontecimientos mundiales.