AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 57

Joven pareja celebra el día de San Valentín en El Cairo. GETTY

Sexo y soltería en el mundo árabe

Shereen el Feki
 | 

A pesar de los avances, imperan unos tabús –homosexualidad, sexo prematrimonial, maternidad fuera del matrimonio, aborto– que forman una cultura de la censura respaldada por la ley.

Hace siete años, las grandes esperanzas de las revueltas árabes se expresaron literalmente en los grafitis que cubrían las paredes de El Cairo, Túnez y otras ciudades de toda la región. A lo largo de esas emocionantes jornadas, la plaza Tahrir de la capital egipcia fue escenario de numerosas declaraciones políticas, aunque pocas tan personales como la del joven que pedía el fin de la dictadura con una pancarta que decía: “¡Fuera! ¡Quiero casarme!”.

El matrimonio puede parecer una demanda extraña tratándose de un aspirante a revolucionario, pero para los alrededor de 100 millones de habitantes del mundo árabe de entre 15 y 29 años constituye un rito de paso fundamental, además de ser el único contexto en el que la sociedad acepta la vida sexual, tal como dictan las principales religiones de la zona. Cualquier cosa que no sea un matrimonio celebrado con el consentimiento de la familia, sancionado religiosamente y registrado por el Estado se considera haram [prohibido], ilit adab [descortés], ayb [defecto] o hchouma [vergüenza], todo un léxico casi ilimitado para referirse a la reprobación. Nos encontramos ante una ciudadela social comparable a las inexpugnables fortalezas que en otros tiempos apuntalaban la tierra desde Marrakech hasta Bagdad resistiendo a cualquier asalto, a cualquier desafío a las normas sexuales. La ciudadela está rodeada por una vasta extensión de tabúes –el sexo prematrimonial, la homosexualidad, la maternidad fuera del matrimonio, el aborto– que constituye una cultura de la censura y el silencio, predicado por la religión respaldada por la ley y reforzada por las convenciones sociales.

A diferencia de lo que ocurre en muchas sociedades occidentales, en el mundo árabe el matrimonio…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO