INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1396

El presidente electo Donald Trump y Elon Musk observan el lanzamiento del sexto vuelo de prueba del cohete SpaceX Starship el 19 de noviembre de 2024 en Brownsville, Texas. GETTY.

¿Y si Musk fuese europeo?

Los seguidores de Donald Trump celebran que, al fin, alguien vaya a meter la tijera en el sector público, mientras que sus detractores auguran un fracaso estrepitoso del plan por las grandes dificultades políticas, sociales y económicas, de reducir la administración. ¿Es Elon Musk el ‘hombre adecuado, en el continente equivocado’?
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La designación del magnate Elon Musk a la cabeza del Departamento de Eficiencia Gubernamental para dirigir el adelgazamiento de la administración federal estadounidense sigue provocando ríos de tinta. La controversia está servida. Una de las opiniones más sugerentes es la publicada por el reputado columnista del Financial Times, Janan Ganesh. En una columna publicada la semana pasada, titulada “Musk, el hombre adecuado en el continente equivocado” señala que su figura hubiese sido especialmente útil en Europa.

Su argumento es que el adelgazamiento del sector público es especialmente necesario en Europa, tanto en los países de la UE como en el Reino Unido. Pero no sólo adelgazamiento, sino un plan para mejorar la eficiencia de los gobiernos, incluyendo duplicaciones y triplicaciones de la regulación, trabas al crecimiento, desincentivos a la inversión, etc. “Los gobiernos inflados de Europa necesitan una revolución de la eficiencia mucho más que Washington”.

El artículo ha generado una intensa discusión en Europa, donde se mira a Estados Unidos por encima del hombro. Especialmente a todo lo que tenga que ver con Trump. Ganesh señala que Europa se va a conformar con aplicar el informe Draghi de forma descafeinada: algunos retoques que no solucionan los problemas de fondo del sector público. En su opinión, el continente necesita una revolución como la que propone Musk, orientada al despegue de la economía.

Musk ha demostrado su talento en la gestión empresarial, pero gobernar un país es algo completamente diferente. En una empresa, los intereses de los dirigentes están alineados con los de los accionistas: maximizar el beneficio. Sin embargo, en los países hay muchos intereses cruzados. Por ejemplo, una gestión eficiente del dinero público puede provocar que los actuales beneficiarios de rentas públicas, las pierdan. Las Autoridades Fiscales (IFIs) europeas son testigos de que las “spending reviews” generan…

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