INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1390

Procesión de vehículos militares armados taiwaneses patrulla frente al aeropuerto Songshan de la capital tras el anuncio de China del ejercicio militar Espada Conjunta-2024B que rodea Taiwán el 14 de octubre de 2024 en Taipéi, Taiwán. GETTY.

Pekín aprieta, pero todavía no ahoga

Hace tiempo que el centro de gravedad de la agenda mundial de seguridad se localiza en el Indo-Pacifico. En este espacio tanto Pekín como Washington vienen alimentando una dinámica de tensión que no descarta el choque directo. De momento, se reduce a cruces de acusaciones que implica también a países vecinos.
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El más reciente apunte en esa ya larga secuencia de actos inamistosos ha sido protagonizado por China en Taiwán, con el desarrollo de las maniobras Espada Conjunta-2024B, en torno a Taipéi el pasado día 14 de octubre.

En paralelo al agresivo discurso que propaga la diplomacia china de los “lobos guerreros” –dando a entender que el independentismo taiwanés es un cáncer que debe ser eliminado– el Ejército Popular de Liberación (EPL) viene ejercitándose desde hace años en torno a la isla. Sus maniobras le sirven para ensayar abiertamente diferentes métodos para destruir a las fuerzas independentistas y bloquear la isla para evitar que Estados Unidos y sus aliados puedan auxiliarla.

En esta línea, el EPL ha ido mejorando sus capacidades de proyección de poder aéreo y naval. Pekín pretende convencer a propios y extraños de que la navegación a través de las aguas del estrecho de Taiwán queda reservada únicamente a los buques chinos y autorizados. Como parte sustancial de la estrategia de ahogo sobre la isla, China, convertida ya en el principal socio y cliente de la mayor parte de los países de la ASEAN, busca también ganarse la voluntad de sus vecinos de la zona, o al menos evitar que tomen partido activo en su contra.

Por su parte, las autoridades de Taipéi se afanan por mejorar sus defensas y por sumar aliados, conscientes de su inferioridad de capacidades con respecto a su gigante vecino. Es EEUU quien está a la cabeza del grupo de suministradores de armamento cada vez más sofisticado a las fuerzas armadas locales –la cartera de pedidos aprobados a finales del pasado año supera los 14.000 millones de dólares–, aunque siempre se muestre reticente en poner en sus manos el material más avanzado por temor a la respuesta de Pekín. También es EEUU el…

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