El undécimo paquete de sanciones de la Comisión Europea anunciado el 8 de mayo iba dirigido a varias empresas chinas implicadas en el suministro de componentes de doble uso a Rusia. Entre esas empresas se encuentran varios productores de semiconductores que ya han sido sancionados por Estados Unidos, como 3HC Semiconductors y King-Pai Technology.
Es probable que los reguladores de las sanciones internacionales aumenten el control este año, en particular hacia las empresas chinas, muchas de las cuales siguen operando en Rusia a diferencia de sus homólogas occidentales. El éxodo de más de 1.000 multinacionales desde febrero de 2022 en protesta por la invasión rusa de Ucrania se debió más a preocupaciones relacionadas con su reputación que por las sanciones. Mientras que algunas empresas chinas de alto perfil que se enfrentan a la presión de las sanciones han limitado su exposición a Rusia, la mayoría de las empresas chinas que ya trabajaban allí han guardado silencio sobre la guerra, y algunas incluso han aumentado su presencia.
Las empresas chinas parecen estar siguiendo el mismo patrón que aprendieron durante los ocho años anteriores de operación bajo las sanciones rusas. Siempre que es posible, aprovechan las ventajas a corto plazo del mercado ruso, al tiempo que se esfuerzan por buscarse las vueltas a pesar de las sanciones internacionales.
En algunos sectores no sancionados del mercado ruso, las marcas chinas se están aprovechando de la menor competencia. A diferencia de las empresas occidentales, las empresas chinas no se enfrentan a una presión reputacional significativa para retirarse. Al contrario, dos gigantes tecnológicos chinos, Lenovo y DiDi, se enfrentaron a una reacción violenta en las redes sociales chinas después de que se informara de su plan de abandonar Rusia en 2022. Como resultado, ciertos segmentos del mercado de consumo ruso vieron un claro aumento de la proporción de productos chinos en 2022.
El mercado automovilístico ruso está dominado por las marcas chinas desde el año pasado, cuando solo 14 de las 60 marcas anteriores de automóviles permanecían en el mercado ruso: 11 eran chinas y tres locales. En marzo de 2023 se anunció la creación de una Asociación de Fabricantes Chinos de Automóviles para ayudar a sistematizar su entrada en el mercado ruso. Según Boris Titov, presidente del Comité de Amistad China-Rusia, también se espera que la asociación ayude a reducir las barreras no arancelarias a la importación para los productores chinos y facilite la localización de su producción en Rusia.
En 2022, los modelos chinos representaron el 20% de las ventas de coches nuevos (en unidades) en Rusia: un aumento importante respecto al 6% de 2021. Según algunas estimaciones, la cuota de ventas de coches chinos en el mercado ruso podría alcanzar el 40 por ciento en 2023, a pesar del aumento de sus precios para los consumidores rusos. Al menos dos nuevas marcas de automóviles chinas -Hongqi, una marca de automóviles de lujo producida originalmente solo para la nomenklatura china, y Omoda, una filial de la marca de automóviles Chery creada específicamente para el mercado ruso- llegarán a Rusia este año.
A finales de 2022, los principales minoristas rusos informaron de que los productores chinos de electrodomésticos lideraban ahora los segmentos de lavadoras, frigoríficos, ordenadores portátiles personales y teléfonos inteligentes. Estos informes son coherentes con los datos de exportación chinos, que muestran un aumento del 35,5% en las exportaciones de lavadoras y del 6,4% en las exportaciones de frigoríficos a Rusia en 2022 en comparación con el año anterior.
Algunas empresas chinas continúan con sus planes de localización en Rusia. Haier, uno de los principales productores de electrodomésticos, ha confirmado su intención de completar la construcción retrasada de su cuarta fábrica en Rusia. En junio de 2022, Haier recibió financiación en condiciones favorables por valor de 250 millones de rublos (unos 3,1 millones de dólares) de VEB, un banco de desarrollo estatal ruso que fue sancionado en febrero-marzo de 2022. Mientras tanto, la fábrica de frigoríficos Haier existente en Rusia parece haber satisfecho la demanda, ya que la marca representó más del 20% del mercado de frigoríficos en Rusia el año pasado.
Después de que Apple y Samsung se retiraran del mercado ruso, los smartphones chinos se convirtieron en la fuerza dominante en las ventas, representando el 70 por ciento del mercado en 2022. Según los datos de los mayores minoristas, los líderes fueron Xiaomi, Realme y Tecno, aunque no Huawei, uno de los mayores productores de tecnología de China.
Al igual que otras empresas chinas, Huawei ha guardado silencio sobre la guerra en Ucrania. Sin embargo, algunos informes sugieren que la empresa abandonó efectivamente el mercado ruso ya en marzo de 2022, poco después de que se impusieran las primeras sanciones a Moscú. Sin hacer declaraciones al respecto, Huawei simplemente dejó de cumplir sus contratos de suministro con Rusia.
«La principal diferencia entre Huawei y otras marcas tecnológicas chinas que siguen haciendo negocios en Rusia es que Huawei lleva mucho tiempo sometida a restricciones comerciales y sanciones en el mercado mundial»
En mayo de 2022, el Ministerio de Desarrollo Digital de Rusia expresó su preocupación por el hecho de que Huawei –uno de los mayores proveedores de estaciones base de Rusia, con una cuota de mercado de alrededor del 30%– hubiera dejado de comunicarse con sus clientes en Rusia. Ese mismo verano, los medios de comunicación rusos informaron de que Huawei había empezado a cerrar sus tiendas minoristas en Rusia, tanto offline como online. Algunos operadores de centros comerciales presentaron demandas contra el gigante chino, alegando violaciones de los contratos de alquiler. Huawei dijo que había cerrado las tiendas por falta de productos, pero no dio ninguna explicación oficial por haber interrumpido los suministros a Rusia.
Al mismo tiempo, Huawei intentó aprovecharse de la coyuntura del mercado laboral ruso. Dado que muchos profesionales cualificados habían quedado disponibles tras la salida de sus empleadores de Rusia, Huawei incrementó sus esfuerzos de adquisición de talentos allí a mediados de 2022, en particular para su departamento de I+D. En otras palabras, aunque Huawei ya no está expuesta comercialmente a Rusia, sigue beneficiándose de una reserva de talento en ingeniería que probablemente contribuirá a su desarrollo innovador en todo el mundo.
La principal diferencia entre Huawei y otras marcas tecnológicas chinas que siguen haciendo negocios en Rusia es que Huawei lleva mucho tiempo sometida a restricciones comerciales y sanciones en el mercado mundial. En 2019, Washington prohibió a Huawei comprar componentes y tecnología en Estados Unidos, lo que limitó el acceso de la empresa a los semiconductores. Además, las principales economías, incluidos Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Japón, Taiwán, Reino Unido, Alemania y Francia, han introducido diversos niveles de restricciones al acceso de Huawei a sus mercados 5G. Huawei parece reacia a aumentar el escrutinio internacional permaneciendo en el mercado ruso, que constituyó alrededor del 2% de los ingresos globales de la empresa en 2021.
El fabricante chino de drones DJI, que ha estado sujeto a prohibiciones de exportación e inversión estadounidenses desde 2020, también se vio sometido al escrutinio internacional en marzo de 2022, cuando el viceprimer ministro ucraniano Mykhailo Fedorov afirmó que los productos de DJI estaban siendo utilizados por el ejército ruso en Ucrania. Al principio, el fabricante de drones rechazó esas afirmaciones, pero menos de un mes después anunció la suspensión de sus operaciones en Rusia.
Las empresas financieras chinas globales se enfrentan a retos similares. UnionPay, un sistema de pago chino que se consideraba un salvavidas para muchos rusos tras la salida de Visa y MasterCard en marzo de 2022, redujo su exposición a los bancos sancionados en Rusia. Dos importantes bancos chinos –ICBC y Bank of China– cesaron por completo sus operaciones en Rusia y Bielorrusia en la primavera de 2022, mientras que dos instituciones de desarrollo dirigidas por China –el Nuevo Banco de Desarrollo y el Banco Asiático de Desarrollo de Infraestructuras– también redujeron el acceso de Rusia a su financiación en 2022.
Las sanciones también están impidiendo que algunas empresas chinas sigan colaborando en Rusia. En septiembre de 2022, Weichai Group, un productor estatal de motores diésel, interrumpió los suministros a su socio ruso Kamaz, fabricante de camiones, que había sido sancionado por Estados Unidos y la UE en junio de 2022. Reuters informó de que las restricciones de suministro siguieron a una advertencia sobre sanciones secundarias emitida por el gobierno chino a todas las empresas estatales que trabajan con Rusia. En septiembre de 2022, la empresa conjunta de las dos compañías, Kamaz Weichai LLC, pasó a llamarse Volzhskiye Industrial Engines LLC, excluyendo cualquier mención a la participación china.
Los riesgos de las sanciones también parecen haber disuadido al ya limitado número de inversores chinos en Rusia, incluso a las empresas estatales que anteriormente habían abierto el camino. En 2022, Rusia no vio ninguna nueva inversión china importante, a pesar del aumento de la financiación por parte de Pekín de proyectos de la Franja y la Ruta en otros países.
En marzo de 2022, Sinopec, uno de los mayores inversores en el sector energético ruso, congeló las negociaciones sobre su inversión prevista de 500 millones de dólares en una fábrica petroquímica en Rusia. Una vez más, Reuters informó de que la decisión de Sinopec había sido motivada por las instrucciones del gobierno chino a las empresas estatales sobre los riesgos de la cooperación con Rusia. El socio de Sinopec en el proyecto previsto iba a ser Sibur, cuyo accionista minoritario, Gennady Timchenko, está sometido a sanciones estadounidenses desde 2014, y fue añadido a las listas de sanciones de la UE y el Reino Unido en 2022.
Con la creciente presión de las sanciones a Rusia, y las propias tensiones de Pekín con Occidente, va a ser cada vez más difícil para las empresas chinas seguir volando bajo el radar de las sanciones. La tendencia de algunas empresas chinas de alto perfil a limitar su exposición a Rusia parece estar extendiéndose a las empresas estatales, que tradicionalmente se han considerado menos vulnerables a los riesgos de las sanciones y más dispuestas a invertir en Rusia.
Otras, sin embargo, están aprendiendo a adaptarse. En el primer trimestre de 2023, las exportaciones chinas a Rusia crecieron un asombroso 67,2%. Antes de 2022, las empresas energéticas estatales chinas dominaban el compromiso económico de Pekín con Moscú. Hoy, son empresas privadas orientadas al consumidor y productores regionales con una exposición internacional limitada los que parecen estar tomando la delantera.
Artículo publicado originalmente en la web de Carnegie Endowment For International Peace.