Todos somos conscientes de que el actual proceso de ampliación de la Unión Europea, en su día aplaudido como la política exterior más exitosa de la UE, no está funcionando bien. Con la incorporación de Ucrania y de Moldavia a la lista de candidatos, se reconoce ampliamente la necesidad de reformar a fondo los procedimientos existentes. Así lo atestiguan las diferentes propuestas planteadas, en su mayoría, para restaurar el poder incentivador de las perspectivas de adhesión; pero también hay otras ideas para frenar nuevas ampliaciones u ofrecer alternativas a las mismas.

Tres días después del inicio de la invasión rusa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su apoyo inequívoco a que Ucrania se convirtiera en miembro de la UE: “Es uno de los nuestros y queremos que entre”. En su discurso sobre el Estado de la Unión de septiembre de 2022 reiteró su postura: “Por eso quiero que los pueblos de los Balcanes Occidentales, de Ucrania, Moldavia y Georgia lo sepan: sois parte de nuestra familia, vuestro futuro está en nuestra Unión, ¡y nuestra Unión no está completa sin vosotros!”.

La referencia a la “familia” tiene un fuerte carga, mientras que “en la Unión” significa la plena adhesión. Sin embargo, la Comisión aún no ha presentado ideas bien estructuradas para mejorar el proceso de ampliación.

La propuesta oficial más detallada para una reforma seria de los procedimientos actuales la hizo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Su discurso del 18 de mayo de 2022 tiene una sección titulada “Reforzar el proceso de ampliación” para que sea más dinámico y eficaz. En concreto:

– El proceso debe ser más rápido, gradual y reversible.

– Debe haber beneficios socioeconómicos para los socios durante las negociaciones de adhesión y no solo después.

– La integración ha de…