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#HablamosDeEuropa: La UE ha fortalecido la seguridad y el bienestar de Finlandia

Desde el primer día de nuestra incorporación en la Unión Europea hemos colaborado en su impulso como comunidad de seguridad y dedicado muchos esfuerzos a la construcción de la cooperación de seguridad y defensa europeas, así como a desarrollar las estructuras de gestión de crisis de la UE. España y Finlandia comparten opiniones en diferentes áreas de la política de la UE y, por tanto, consideramos que es un importante socio a la hora de impulsar nuestros objetivos.
Sari Rautio
 |  11 de octubre de 2022

La adhesión de Finlandia a la Unión Europea en 1995 fue, en muchos sentidos, un paso que marcó un hito trascendental para el país y sus ciudadanos. A pesar de que la entrada tendría efectos a largo plazo en las estructuras económicas de nuestro país –algo que, por anticipado, para muchos despertaba inquietud–, el ingreso en la UE fue para nosotros, ante todo, una solución política y de seguridad. Esto significaba un claro y definitivo abandono de las circunstancias de la guerra fría en la que nos habíamos visto obligados, durante décadas, a avanzar lenta y cuidadosamente en nuestro proceso de integración en las estructuras occidentales. La membresía de la UE demostró, definitivamente, que Finlandia no pertenece a una zona gris como vecina de la antigua Unión Soviética, sino que forma parte de Europa y de Occidente. La UE era, y es, para Finlandia también una importante comunidad de valores: siendo Finlandia un Estado de derecho nórdico y democrático, los valores de la UE concuerdan con los nuestros.

Durante la guerra fría, Finlandia trabajaba de forma activa para mejorar la seguridad de Europa. La Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa de 1975 que tuvo lugar en Helsinki, creó la base de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Al terminar la guerra fría y tras la adhesión de Finlandia a la UE –además de convertirse en país socio de la OTAN– cambiaron los campos de operación en cuanto a la política de seguridad: a la OSCE, se sumaron la UE y la OTAN.

Desde el primer día de nuestro ingreso en la UE hemos colaborado en su impulso como comunidad de seguridad y dedicado muchos esfuerzos a la construcción de la cooperación de seguridad y defensa europeas, así como a desarrollar las estructuras de gestión de crisis de la UE. Esta línea continuó también tras la solicitud de adhesión de Finlandia a la OTAN. La UE y la OTAN se complementan como actores de seguridad y buscan sinergias mutuas. En lo que respecta a Finlandia, el país trabaja para que esta cooperación siga desarrollándose.

 

Consecuencias positivas de la incorporación

Formar parte del mercado interior de la UE le ha supuesto a Finlandia bienestar económico, además de internacionalizar nuestro campo empresarial. En la UE pertenecemos –junto con España– a los países miembros que, en primera línea, promueven una mayor profundización del mercado interior, incluidos los servicios digitales. Siendo un país que depende de las exportaciones, apoyamos una política comercial basada en normas y determinada por el mercado. Asimismo, consideramos importantes los tratados de libre comercio entre la UE y los propios países miembros. La Unión aspira a una autonomía estratégica, fundamental en el mundo actual, y queremos que se base en la transparencia, fortaleciendo a la UE, pero velando por la cooperación internacional y las relaciones comerciales transparentes.

Hoy día, ser miembro de la UE es una obviedad para los finlandeses. Las principales consecuencias positivas de la entrada se consideran el bienestar económico, la base de valores europea, la libre movilidad, y la moneda única que facilita, tanto el turismo como las actividades comerciales por toda Europa. Según la última encuesta de opinión pública, un 66% de los finlandeses está a favor de formar parte de la UE, y solo un 15% está en contra. El respaldo ciudadano, que ahora alcanza niveles máximos, se ve influido por la guerra de Rusia en Ucrania y la consiguiente unidad y fuertes medidas adaptadas por la UE, consideradas imprescindibles. Esto significa que la opinión favorable hacia la UE se ha restablecido tras el bajón causado por la aprobación del paquete de recuperación Next Generation entre los finlandeses, que consideraron que la nueva responsabilidad compartida acentuaba su papel como parte pagadora de la UE.

 

«Para prosperar la UE necesita ser digital y tecnológicamente avanzada y velar por su autonomía estratégica tanto en seguridad como en tecnología»

 

Con la membresía y la libre movilidad de la UE, Finlandia se ha vuelto más internacional, abierta y próspera. La identidad europea es fuerte, aunque desde el punto de vista geográfico nos hallamos en el extremo septentrional de la UE. En ella, hemos fomentado la eficiencia, la transparencia de la toma de decisiones, la igualdad y los principios del Estado de Derecho de la UE. Hemos introducido en la Unión nuestra experiencia y visión sobre la actividad industrial, la producción agrícola y la seguridad de abastecimiento en las condiciones del norte, así como nuestra experiencia y perspectivas en cuanto a Rusia y la zona ártica. Como país tecnológico y digitalmente avanzado y de un alto nivel educativo, hemos impulsado la competitividad de la UE en un mundo cada vez más digitalizado. En el trabajo contra el cambio climático estamos en la primera línea: El compromiso conjunto de la Unión es conseguir la neutralidad de carbono para 2050. El gobierno de Finlandia está comprometido en alcanzar este objetivo 15 años antes, en 2035. Para alcanzarlo se está trabajando en la eficiencia energética y las energías renovables, así como en el campo de la economía circular y la concienciación climática de los ciudadanos.

El último informe del gobierno sobre la política de la UE se terminó en 2021. Dicho informe anota como objetivo de Finlandia una Unión social, económica y ecológicamente sostenible y la economía neutra en carbono más competitiva y socialmente íntegra del mundo. Queremos conseguir una UE fuerte, unida y con capacidad de acción y de solucionar retos globales. Finlandia quiere seguir fortaleciendo, en toda la UE, la igualdad y el cumplimiento de los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho. Promover los valores comunes refuerzan la unidad, la aceptación y la credibilidad de la UE, así como la confianza entre los países miembros.

 

«Junto a la política climática, salvaguardar la biodiversidad es una de nuestras tareas fundamentales. El uso de recursos naturales tiene que ser sostenible en toda la UE»

 

Nos esforzamos por el mercado interior más consolidado que conlleva bienestar a los ciudadanos. Para prosperar la UE necesita ser digital y tecnológicamente avanzada y velar por su autonomía estratégica tanto en seguridad como en tecnología. El capital humano europeo es el recurso más importante. Reforzar el nivel de conocimientos de los europeos, aumentar la igualdad educativa y la digitalización son objetivos fundamentales para Finlandia. Mediante la transición verde, la Unión debe alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 y, con sus propias soluciones tecnológicas y apoyo a sus países socios, desempeña un papel primordial en el trabajo contra el cambio climático internacional. Junto a la política climática, salvaguardar la biodiversidad es una de nuestras tareas fundamentales. El uso de recursos naturales tiene que ser sostenible en toda la UE.

Finlandia considera importante que Bruselas sea un actor global más fuerte y una comunidad de seguridad más unida que en la actualidad. Esta meta se acentúa con Rusia haciendo tambalear la seguridad en Europa y –mediante la crisis alimentaria que ha provocado, así como la amenaza nuclear, también global– con China desafiando el sistema multilateral. La UE debe continuar protegiendo y apoyando el sistema internacional multilateral basado en normas y siendo un socio internacional activo. La responsabilidad de reforzar el papel global de la UE la tienen tanto los países miembros como la Comisión Europea y el alto representante para Asuntos Exteriores. A los retos que sobrepasan las fronteras solo se puede responder con una eficiente cooperación internacional. Hay que prestar atención especial a la prevención de las amenazas híbridas y al fortalecimiento de la capacidad de acción cibernética y de la seguridad de abastecimiento de la UE.

España y Finlandia a menudo comparten opiniones en diferentes áreas de la política de la UE y, por tanto, consideramos que es un importante socio a la hora de impulsar nuestros objetivos. Por su ubicación geográfica y sus lazos internacionales, España tiene un papel especial para desarrollar las relaciones entre la UE y sus socios meridionales, así como en la cooperación con América Latina.

La presidencia española de la UE coincide con un momento en que los efectos del cambio climático –tanto globales como en suelo europeo– ya se pueden percibir con claridad. La guerra injustificada de Rusia en Ucrania debilita la situación de seguridad europea aún más, y cambia, de manera trascendental, nuestra relación con Rusia. Al cabo de un año, Ucrania seguirá necesitando apoyo significante por parte de la UE, tanto para defender su país como en su reconstrucción. En medio de la inflación y con la Unión buscando la independencia energética de Rusia, se requiere persistencia y resiliencia por parte de los ciudadanos y gobiernos. Es importante desarrollar la política económica y financiera de la UE enfatizando la política económica responsable, evitando bloques y buscando unidad. Las reformas de la política de migración de la UE se deberían llevar a cabo; en esto, España tiene un especial interés y un enfoque constructivo. En cuanto a la política de ampliación de la UE, hay que asegurar su credibilidad y éxito.

Por tanto, España ejercerá la presidencia en una situación muy desafiante a finales del actual periodo electoral de la UE. No obstante, España tiene todas las condiciones para una presidencia exitosa: los preparativos se han comenzado con suficiente anticipación y, con un planteamiento consultante y constructivo. Hasta las cuestiones más desafiantes pueden solucionarse.

Este artículo se publica en el marco de la iniciativa Hablamos de Europa, organizada por la Secretaría de Estado de la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europa y Cooperación.

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