AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 47

Una tenaz insurgencia golpea Egipto

Ricard González
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A menos que el gobierno apueste por un pacto entre el ejército y los principales movimientos islamistas, sobre todo los Hermanos Musulmanes, la violencia seguirá azotando al país.

Una vez derrotadas la Gamaa Islamiya y la Yihad Islámica a finales de los años noventa, Egipto padeció durante la década siguiente el azote del terrorismo de la mano de algunos grupúsculos yihadistas basados en el norte de la península del Sinaí de forma esporádica. No obstante, este escenario cambió sustancialmente tras el golpe de Estado contra el islamista Mohamed Morsi, el primer presidente electo en las urnas, el 3 de julio de 2013. Desde entonces, se ha constituido una tenaz insurgencia de carácter islamista con capacidad de golpear al Estado de forma continua. Ahora bien, a pesar de haber llevado a cabo alguna operación de notable sofisticación, la insurgencia no ha podido hacerse con el control de ninguna parte del territorio egipcio, a diferencia de lo sucedido en otros países de la región, como Irak, Libia o Yemen. Más que a un colapso de sus instituciones, con una larga historia, Egipto se enfrenta a un escenario de futuro de violencia sostenida de intensidad media.

Aunque el gobierno del presidente Abdelfatah al Sisi ha situado la lucha antiterrorista en el centro de su agenda política, no ha sido capaz de minar las capacidades de los grupos insurgentes. Los datos hablan por sí solos: en la primera mitad de 2015, la cifra de atentados ascendió a 721, mientras que un año antes fue de 155, según el recuento del Tahrir Institute for Middle East Policy (TIMEP). El pasado mes de junio fue el sexto mes consecutivo con más de 100 atentados.

Igualmente, el número de víctimas mortales en los primeros seis meses de este año casi dobla las registradas en todo 2014. Por…

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