La política económica no puede olvidar las limitaciones que exige nuestro endeudamiento externo y las dificultades de orden estructural para corregirlo. No parece esta una preocupación políticamente sensible, lo que equivale a decir que las cosas seguirán como están.
Un gobierno cualquiera está casi siempre, incluso siempre, en campaña electoral, y cuando llega la vigilia de las elecciones, los militantes redoblan sus preparativos y se acumulan y publican las mejores noticias. Los éxitos de la exportación de mercancías, cifras del primer semestre de 2015, se exhiben en todos los escaparates de información económica.
El pasado junio, las exportaciones españolas sumaron 22.207 millones de euros; un récord, un incremento del 7,8 por cien sobre junio de 2014 que, a su vez, fue la otra cifra máxima de ventas al exterior. También en el periodo enero-junio 2015 nueva hazaña exportadora, con 125.123 millones de euros, un incremento interanual del 4,9 por cien.
Protagonistas del sector exportador: la maquinaria y otros bienes de equipo –que representa el 20 por cien del total– creció un dos por cien; el sector automóvil, con un 17 por cien del total, avanzó a un ritmo interanual del 18 por cien. Un sector de la economía tradicional, más volcado al mercado interior que al exterior, el de los alimentos, (producto de la pesca y ganadería y frutas con hortalizas) ya representa el 16 por cien de la exportación con un crecimiento interanual del 19 por cien. En cuarto lugar, los productos químicos, con los medicamentos a la cabeza, un 15 por cien del total y un incremento interanual del 8,2 por cien.
La Unión Europea sigue siendo nuestro cliente principal, un 65 por cien en el primer trimestre de 2015, ligeramente superior al 63,6 por cien de 2014. En rigurosa contrapartida los destinos no comunitarios pasan del…