En una ocasión, John Connally, exsecretario del Tesoro (1971-72), dijo a sus interlocutores europeos, desentendiéndose de los efectos que causaban las fluctuaciones del dólar en los mercados de capitales, que el billete verde era “nuestra moneda y vuestro problema”. La historia se repite, pero esta vez con el yuan, que en los últimos 12 meses se ha apreciado un 11% en relación al dólar, minando con ello la competitividad de las exportaciones chinas y forzando al banco central chino (PBoC, siglas en inglés), a intervenir en los mercados de cambio para frenar la mayor apreciación en tres años.
Aunque la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha subrayado que la cotización del dólar será fijada exclusivamente por el mercado, algunos analistas sugieren que la depreciación del dólar le viene bien a Washington en su nueva guerra fría con Pekín. Diluye su deuda con China, que entre agosto de 2017 y octubre…