Marina Ottaway es investigadora principal del Centro Woodrow Wilson.
En Egipto, los partidos islamistas son fuertes y están unidos, los laicos débiles y fragmentados. En Túnez, no destaca ninguno. Esta diferencia está marcando la evolución de las transiciones
En las elecciones del año 2000 a la Asamblea Popular de Egipto, el Partido Nacional Democrático (PND), en el gobierno, obtuvo unos resultados desastrosos, con solo 175 de los 444 escaños, a pesar de todas las ventajas que le daban la titularidad del cargo y la manipulación. Pero cuando se constituyó el Parlamento, el PND controlaba 388, debido a que 263 de los denominados independientes se habían unido al partido de gobierno. Los ilegalizados Hermanos Musulmanes, que en las elecciones limpias celebradas después de la expulsión de Hosni Mubarak obtendrían más del 50% de los escaños, se las ingeniaron para asegurarse 17 escaños haciendo que sus candidatos se presentaran como independientes. El resto de partidos legales laicos, aparte del PND, consiguieron menos del 10% de los votos…