Los residentes extranjeros son el colectivo más afectado por el paro, en especial los marroquíes, pero siguen apostando por España para su futuro. Según estimaciones, que cruzan datos de la EPA con los de la Seguridad Social, un 30% de la población extranjera podría estar empleada en la economía sumergida. En 2008, las remesas de los marroquíes residentes en el extranjero cayeron un 2,5%; se estima que en 2009 se registrará una caída del orden del 5% al 10%.