A pesar del caos que heredará, el próximo presidente de EE UU, sea quien sea, cambiará poco su política en la región. Los objetivos serán los mismos: petróleo e Israel.
A pesar del caos que heredará, el próximo presidente de EE UU, sea quien sea, cambiará poco su política en la región. Los objetivos serán los mismos: petróleo e Israel.