Esta comúnmente aceptado que el doble mandato de Reagan ha supuesto una auténtica revolución en la vida de los Estados Unidos, y muy especialmente en el ámbito político. Por su impacto en las ideas y en las políticas, la presidencia de Reagan es equiparable a la de Roosevelt, y ambos se configuran como los dos presiden- tes más decisivos del siglo XX. La revolución conservadora de Reagan aparece tan cargada de consecuencias, incluso en ámbitos muy distintos al político, como lo fue el New Deal de Roosevelt.
Todo esto atribuye una significación especial a la elección de Bush, que aparece marcada por el signo de la continuidad, aunque la historia enseña que ningún presidente ha sido nunca totalmente continuista y que, muy a menudo, los presidentes se han comportado de modo diverso a como se esperaba. Bush tiene ahora ante sí un mandato de cuatro años y, desde luego, nada está escrito de antemano.
Para comprender mejor el contexto en que se desarrollará el mandato de Bush, analizaremos qué supone hoy la presidencia de los Estados Unidos y cómo se plantea el problema de sus relaciones con el Congreso. Se estudiará igualmente el complejo proceso electoral y el papel de los partidos políticos.
Imagen equívoca de la presidencia de los Estados Unidos
La figura del presidente de los Estados ha sufrido a lo largo de los dos- cientos años de vigencia de la Constitución federal no pocas transformaciones al hilo de los diferentes momentos históricos y de las exigencias o coyunturas con que ha debido enfrentarse la nación norteamericana. El “poder ejecutivo” que confiere el artículo 2 de la Constitución al presiden- te ha sido interpretado, por otra parte, de diversas maneras por quienes han desempeñado el cargo. Ya decía Theodore Roosevelt que se podía clasificar a los…