Unas pocas tiendas de campaña instaladas en el parque más céntrico de Estambul iniciaron la concentración el 31 de mayo. Lo que empezó como una reivindicación ecologista acabó convirtiéndose en una protesta de mayor calado. Jóvenes y mayores, personas con diferentes ideologías, creyentes y laicos, armenios, alevíes y liberales a favor de la libertad de expresión se han unido en contra del creciente autoritarismo del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
El plan de transformación urbanística de la capital económica del país, que incluía la construcción de un tercer puente en el estrecho del Bósforo, el levantamiento de un nuevo aeropuerto y la creación de un canal que una el mar Negro con el de Mármara, no ha sido bien recibido. Pero ha sido el proyecto de tala del parque Gezi, para la edificación de un centro comercial, el desencadenante de la situación, que se ha extendido por todo el país tras las violentas actuaciones policiales con mangueras de agua a presión y gas lacrimógeno. ¿Las consecuencias? Cinco muertos, más de 4.000 heridos y unos 900 arrestados.
El primer ministro turco vive un punto de inflexión en su carrera política. En 2002 ganó las elecciones como representante del partido Justicia y Desarrollo (AKP). Durante tres mandatos consecutivos, el crecimiento del PIB turco se ha mantenido en un 5% anual y las exportaciones se han multiplicado por 10. Las reformas emprendidas por Erdogan han conseguido sentar en la mesa de negociación a la Unión Europea, con miras a una posible adhesión de Turquía. Sin olvidar su gestión de la cuestión kurda. Sin embargo, estos logros se encuentran en entredicho: la economía aminora su marcha debido a que las exportaciones a la zona euro se han contraído; las conversaciones con la UE están paralizadas, y la situación kurda sigue sin resolverse.
Si a esto se le suma la sostenida erosión del secularismo emprendida por Erdogan, con la introducción de estudios del Corán en las escuelas públicas, las restricciones a la venta de alcohol, el desdeño del presidente hacia la burguesía cosmopolita, la intimidación a los medios de comunicación e incluso los temores a contradecirle que suscita en el seno de su propio partido, la situación puede tornarse ingobernable.
Legitimidad erosionada
Las manifestaciones en diversas ciudades turcas son un síntoma de que, a pesar de contar con importantes apoyos entre el pequeño negocio y el campesinado conservador, la legitimidad del primer ministro se erosiona. El presidente del país, Abdullah Gul, desaprueba el autoritarismo de Erdogan y su limitada interpretación de la democracia. Erdogan llegó a decir que la democracia era un tren del que te bajas una vez llegas a la estación. Turquía es hoy potencia regional en el Mediterráneo, los Balcanes, el Cáucaso, Oriente Próximo y Asia Central. Estos logros parecen haber imbuido en Erdogan la creencia en su propia infalibilidad, a pesar de que dispone de un limitado margen de maniobra. La clase empresaria tradicional teme verse desplazada por una más pujante de perfil islamista; los nacionalistas son reacios al entendimiento con el PKK kurdo; una parte importante de los militares kemalistas temen que se desmorone la estructura institucional creada por Mustafá Kemal Atatürk; más de la mayoría de la población se opone a las políticas intervencionistas en Siria; la UE condena la violencia de la represión policial en las calles; la Constitución de 1982 parece pedir una reforma…
De cómo Erdogan trate la cuestión de las protestas, dependerá su continuidad o no en el poder. El AKP es, con diferencia, la principal fuerza política turca, por lo que su caída se sellaría, en tal caso, entre sus propias filas.
Para más información:
Recep Tayyip Erdogan, “Vientos de cambio en el Mediterráneo”. Política Exterior 150, noviembre-diciembre 2012.
Dimitar Bechev e Iván Krastev, “Turquía busca el centro de su propio mundo”. Política Exterior 143, septiembre-octubre 2011.
Eduard Soler i Lecha, “Turquía y la UE tras el referéndum constitucional”. Política Exterior 138, noviembre-diciembre 2010.
European Parliament, “Motion for a resolution (2013/2664 RSP)”. 11 de Junio 2013.
The Economist, “The new young Turks”. Artículo junio 2013.
Hurryet Daily News, “EU slams Ankara over protests, government furious”. Artículo junio 2013.