Un listado de filmes sobre los niños pero dirigidos sobre todo al estómago de los adultos (consultar edad recomendada). En estas cintas el contexto geográfico, político, cultural y económico siempre es determinante y la calidad está fuera de duda, como avalan los numerosos premios, nominaciones o reconocimientos recibidos. Por orden cronológico inverso:
– Momentos de una vida / Boyhood (Richard Linklater, 2014)
Qué decir de una película que se rodó a lo largo de 12 años para seguir el crecimiento real de un muchacho a partir de los seis. Entre 2002 y 2013, Mason vivirá todos los cambios de la década y también los de su propia familia y su propio cuerpo: vemos modificarse el físico, la voz, el pensamiento. Pocas veces un rodaje tan breve (fueron en total 39 jornadas) depara un trayecto emocional tan logrado. Linklater recurre a canciones, películas y acontecimientos políticos de Estados Unidos (el gran protagonista contextual) para situar al espectador en el tiempo que acontece. Una suerte de Cuéntame que bien merece un visionado.
– Bebés / Babies (Thomas Bàlmes, 2010)
El documental sigue el primer año de vida de cuatro bebés de Namibia, Mongolia, Japón y Estados Unidos. La cámara observa sin intervenir el modo en que son traídos al mundo y qué tipo de crianza reciben, reflejando cómo el medio, la cultura y sobre todo el nivel económico influyen en la manera en que se desarrollan. Llama la atención cómo todos los niños establecen contactos lúdicos similares con su entorno aunque la relación con la familia y el medio animal y natural sea muy distinta en cada país. El mensaje que prevalece es hasta qué punto la situación de partida -o el origen geográfico, económico y cultural- puede determinar las oportunidades vitales. Niño rico, niño pobre. Aunque cabría preguntarse en qué ámbitos.
– Las llaves de casa / Le chiavi di casa (Gianni Amelio, 2004)
Cuando Paolo nace, su madre muere durante el parto y él sufre graves daños cerebrales. El dolor lleva al padre, Gianni, a abandonarle y crear lejos de él otra familia. Años después, un problema de salud le obliga a reencontrarse con su hijo y a acompañarle en diferentes pruebas hospitalarias. El choque es demoledor y sintetiza (con realismo y sin caer en la lágrima fácil) la trituradora emocional que puede llegar a ser la discapacidad infantil, así como el carisma y la grandeza de muchos de estos niños. No ayuda la vida que se vive en Occidente (Italia es el país aquí), donde la necesidad de triunfar laboral y socialmente somete a los adultos a
presiones numerosas.
– Las tortugas también vuelan / Lakposhtha hâm parvaz mikonand (Bahman Ghobadi, 2004)
En un campo de refugiados del Kurdistán iraquí un adolescente sobrevive instalando antenas parabólicas, muy solicitadas para informarse de la inminente intervención de Estados Unidos en su guerra contra Sadam Hussein. Tullidos, discapacitados y pobres de solemnidad: así son los niños de la gran pandilla que sigue a “Mister Satélite” como a un líder todopoderoso. Pero éste tiene sus pesares, en particular el amor no correspondido por una niña cuya maternidad temprana arrastra cada día un poco más al precipicio. Increíble que una película tan llena de minas dramáticas consiga arrancar numerosas veces la sonrisa.
– Ser y tener / Être et avoir (Nicolas Philibert, 2002)
En este documental se pretende mostrar la importancia de la educación en los primeros años de vida, sobre todo en lo referente a valores: respeto a la diferencia, cuidado entre las personas, amor a la naturaleza y sentido de la responsabilidad. El documental cuenta la historia de una pequeña escuela rural en la región francesa de Auvergne, donde algunos de los niños cuidan el ganado, la huerta o se hacen cargo de otros hermanos mientras los padres trabajan. La sensación es que esos niños, pese a no gozar del mejor contexto económico, serán ciudadanos ejemplares gracias en gran medida a la educación de altísima calidad que recibieron. Gran calidad también en realización, banda sonora, fotografía… Muy recomendable.
– Promesas / Promises (Justine Shapiro, B.Z. Goldberg y Carlos Bolado, 2001)
El conflicto entre Israel y Palestina se ha vuelto tan cruento que deja poco resquicio para la esperanza. Por eso sorprende tanto este documental de 2001. Los directores siguieron, entre 1995 y 1998, a un pequeño grupo de niños de ambas pueblos con el fin de reflejar a través de sus ojos una guerra que desgarra su entorno. En uno de los momentos más emotivos del film, los autores reúnen a palestinos e israelíes y logran despertar una chispa de amistad: más allá de sus profundas divisiones, los niños logran entenderse y disfrutar juntos. Promesas es tan bella como entristecedora: esos mismos niños hoy son adultos enfrentados por la ocupación de Palestina.
– En el mundo a cada rato (Patricia Ferreira, Pere Joan Ventura, Chus Gutiérrez, Javier Corchera, Javier Fesser, 2004)
“En el mundo a cada rato” convierte cinco prioridades en las que UNICEF trabaja en cinco cortos de entre 20 y 30 minutos: la educación de las niñas (Binta y la gran idea) , el desarrollo integral de la primera infancia (Las siete alcantarillas), la inmunización (La vida efímera), la lucha contra el sida (El secreto mejor guardado) y la protección de la violencia y la explotación (Hijas de Belén). Los protagonistas son los niños y los destinatarios también (hay fichas para trabajar con la cinta en el aula). Las historias fueron rodadas en Senegal, Perú, India, Guinea Ecuatorial y Argentina, y reflejan situaciones muy duras pero también llenas de ternura a partir de la visión sencilla y realista de los pequeños. Pueden ser pobres o estar enfermos, ser ignorados o vivir la explotación, pero no pierden la capacidad para el optimismo y la diversión.
– Estación central de Brasil / Central do Brasil (Walter Salles, 1998)
Dora es una maestra que se gana la vida escribiendo cartas que los analfabetos en tránsito por la Estación Central quieren hacer llegar a sus familias. Las dificultades le han convertido en una persona indiferente que ni siquiera realiza los envíos. Todo cambia en su vida cuando una madre que ha solicitado sus servicios muere atropellada al abandonar la estación. Aunque al principio rechaza la idea de encargarse del niño, Josué, emprender un viaje con él para que encuentre a su padre terminará cambiándole la vida a los dos. Una película que cosechó numerosos premios y que refleja caras poco amables de Brasil: masificación del transporte, política represiva contra la delincuencia, incultura y sobre todo Pobreza con mayúsculas.
– La tumba de las luciérnagas / Hotaru no Haka (Isao Takahata, 1988)
No podía faltar una película de animación. Esta cinta japonesa relata la historia de dos hermanos, Seita y Setsuko, con la vida sesgada por la Segunda Guerra Mundial. Se tienen el uno al otro, y poco más, en un momento y entorno miserable. ¿Cómo sufre un niño la guerra, es decir, el hambre, la crueldad, la madurez forzosa? ¿Es posible volverse mejor persona en esas circunstancias? Está considerada una de las grandes obras antibelicistas de la historia, a la altura de El Pianista de Roman Polanski. Aviso: son dibujos, pero pueden partir el corazón.
– La infancia de Iván / Иваново детство (Andrei Tarkovski, 1962)
Este largometraje, el primero dirigido por el realizador ruso, se convirtió en una obra de culto. Es considerada una de las mejores películas de su tiempo por el impacto visual de sus secuencias oníricas y la calidad de su fotografía. Narra los avatares de un niño huérfano de Rusia después de que los alemanes maten a sus padres en la Segunda Guerra Mundial. Tras ser adoptado por el Ejército Rojo, su venganza consistirá en aprovechar su edad y tamaño para introducirse en las líneas alemanas y espiar. La cinta ha influido en la obra de grandes directores como Ingmar Bergman; su mensaje propagandístico ha sido analizado en numerosas ocasiones.
(Con información de Áurea Moltó, Jorge Tamames, Alejandra Hidalgo).